“El grupo de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma”
Hechos 4,32
Dios nunca destinó a nadie a vivir solo. Él nos hizo el uno para el otro y no quiere personas o familias aisladas; nos quiere a cada uno para pertenecer a su familia.
Hoy se nos empuja a vivir de forma individualista, aislados los unos de los otros, pero eso no es normal, no es a lo que nos ha llamado Dios. Como dice el Papa en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio): “El ideal cristiano siempre invitará a superar la sospecha, la desconfianza permanente, el temor a ser invadidos, las actitudes defensivas que nos impone el mundo actual”. Si nos encerramos en nosotros mismos, con cada opción egoísta que hacemos, la humanidad saldrá perdiendo y tú también.
El Evangelio, sin embargo, me anima a salir de mí mismo, de mis temores o comodidades, para encontrarme con otros. Me invita a tener encuentros con los demás, a no dejarme arrastrar por el temor y por la comodidad.
La familia es una imagen perfecta de lo que debe ser la Iglesia. De hecho, ¿a qué está llamada la Iglesia si no es a ser una familia de familias…? En una familia los recién llegados son acogidos y amados. Son vistos como una bendición. En ella se le llama por su nombre y son cuidados, alimentados, sanados. Todos se preocupan de lo que uno u otro pueda necesitar. Hay un vínculo real y un amor auténtico.
Así, como en una familia, cualquier parroquia está llamada por Dios a ser una comunidad abierta y viva, que vive y da vida.
¿Sabes? Siento que nos está tocando vivir en un momento privilegiado de la historia. Estoy convencido de que solo sobrevivirán las Iglesias y parroquias que espabilen. Y con “espabilar” me refiero a amarnos, pero de verdad, en serio. Solo si recuperamos el sentido más genuino de comunidad. Ya basta de relaciones demasiado formales y superficiales. Ha llegado la hora de abrir el corazón, de confiar en los demás y de ser dignos de confianza. ¿Acaso no viven así las familias realmente unidas?
Aquí tienes 5 motivos para formar parte de nuestra comunidad.
Primero, hay un lugar para ti. En nuestras parroquias hay gente de todas las edades, intereses, problemas o ilusiones similares a los tuyos, seguro. Quien quiere puede tener un grupo pequeño con quien compartir la fe y la vida.
Segundo, a alguien le interesa conocerte. Aquí puedes encontrar amigos de verdad. Intentamos que no seas “uno más” o un desconocido.
Tercero, te necesitamos. Tú tienes valor. Dios te ha dado unos dones. Necesitamos que pongas a relucir tus talentos en bien de otros y de la comunidad; no solo como músico, o lector, o como voluntario de Cáritas. Hay mucho más que hacer.
Cuarto, unirte a la parroquia tiene ventajas. Estar implicado, poco o mucho, verás que te hace bien. Porque dar pasos de fe tiene beneficios. Cuando, a tu ritmo y con toda paz, vayas implicándote más, verás que tendrás una vida mejor todavía.
Quinto, tenemos expectativas claras sobre ti. La vida y el crecimiento de una parroquia es cosa de todos, no solo del párroco. Te podemos explicar qué esperamos de ti.
Como dice el Papa, ¡no nos dejemos robar la comunidad! Porque perderíamos demasiado.
Si vives en Montornès, te animo a participar del DÍA DE LA PARROQUIA 2021. Puedes ver los vídeos entrando en la sección de la web que hemos preparado para ese día, pinchando estas letras azules de la línea anterior, del Día de la Parroquia 2021.
¡Ánimo a todos! Feliz semana y que Dios te siga bendiciendo. :)
P. D.: Si te ha gustado el texto, dale al corazón que hay abajo a la derecha.
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